México estuvo gobernado,
entre 1970 y 1982 por los presidentes priistas Luis Echeverría Álvarez
(1970-1976) y José López Portillo (1976-1982), que se han denominado como los
últimos presidentes populistas (1).
Su importancia reside en que fue entonces cuando se desarrollaron,
simultáneamente dos crisis: una política y otra económica. Ese doble proceso
obligó a los puestos dominantes a aceptar las medidas de política económica, puestas
en marcha a partir de la Segunda Guerra Mundial, se había vuelto inviable y
tenía que modificarse de raíz, sustituido por otra estrategia, denominada “Desarrollo
Compartido”.
Entre los puntos que trataba el Desarrollo
Compartido eran:
a) Buscar que creciera la economía, pero con una mejor distribución del
ingreso.
b) Reforzar las finanzas públicas y por lo tanto al sector paraestatal (2).
c) Reorganizar los intercambios internacionales y reducir la deuda externa.
d) Racionalizar el crecimiento industrial.
Tras estos planteamientos estaba la
intención de que el Estado retomara la iniciativa y que la política económica
fuera un instrumento de cambio.
Más la realidad se impuso sobre los planes
de Echeverría y sus cerebros económicos pues,
los excesos cometidos en el gasto público, la corrupción y la
ineficiencia, así como la influencia de la crisis internacional contribuyeron
al fracaso del Desarrollo Compartido.
Caricatura de Luis Echeverría y su fracaso con el llamado "Desarrollo Compartido" |
Durante el gobierno de Echeverría hubo un
colapso de economía en el país hacía finales de 1975; ya que se dio una fuga de
2199 millones de dólares de la inversión extranjera. Pero cuando en 1976
estalló la crisis económica, el gobierno de Washington apoyo la negociación
entre México y los organismos internacionales para evitar una posible quiebra
de la economía mexicana.
Para enfrentar la situación económica,
Echeverría, de acuerdo con su sucesor José López Portillo, negociaron con el
Fondo Monetario Internacional (F.M.I.) un convenio llamado cínicamente “Carta
de Intencion” que significo el sometimiento de la política económica nacional
al esquema diseñado por dicha organización internacional a cambio de créditos
para superar la crisis.
Los puntos principales de esa “carta”
establecían puntos para el siguiente gobierno como:
-Restricción a los aumentos salariales.
-Austeridad en el
gasto público.
-Aumento en las tarifas de los servicios
públicos.
-Disminución del Déficit Fiscal.
-Restricciones al endeudamiento externo.
Estas medidas, significaron una camisa de
fuerza para José López Portillo, e implicaban una mayor dependencia respecto al
extranjero y la disminución de posibilidades del pueblo mexicano para mejorar
su situación económica. También no cabía la menor duda de que el sueño del
“Milagro Mexicano” había muerto.
En tanto a los aspectos políticos cuando
Luis Echeverría se enfrentaba en una situación con las siguientes características:
Como consecuencia de la represión de
1968 había una cantidad importante de desaparecidos y presos políticos. La
credibilidad de la llamada “Ideología de la Revolución Mexicana”, había sufrido
un duro golpe, aunque se había venido desgastando desde los movimientos de
trabajadores en 1958.
El proyecto de Echeverría estuvo
determinado por esa situación. Comprendía un esfuerzo por volver a legitimar al
partido gobernante subrayando la justicia redistributiva en lo social y lo
económico y dando espacio a la izquierda para reactivar la herencia populista
de Lázaro Cárdenas.
También en la primera mitad de su gobierno
se crearon instituciones con el INFONAVIT y el FONACOT que son para otorgar
créditos para la construcción de viviendas y adquisición de muebles de los trabajadores.
Entre los movimientos más importantes, ya
sea por la cantidad de trabajadores involucrados o por su economía nacional
tenemos las de los ferrocarrileros, electricistas, telefonistas, automotrices y
metalúrgicos. Durante el gobierno de Echeverría data el “Sindicalismo
Universitario”.
Durante su gobierno las luchas campesinas
volvieron a recobrar una mayor importancia. La crisis agraria fue una de las
causas de las crisis económicas en que cayó el país.
La situación del país durante el inicio
del régimen de José López Portillo recibe el país con varios problemas: crisis
económica, enfrentamientos con los campesinos, un campo devastado, movimientos
sindicales independientes, una clase trabajadora castigada por la crisis y la
inflación.
El nuevo gobierno buscaba equilibrar las
finanzas públicas, estabilizar la economía y combatir la inflación. Su proyecto
político comenzó con un discurso político moderado y notorias medidas de
austeridad y pretendía:
-Preservar la institución
presidencial como estructura ordenada de cambio.
-Delinear nuevas políticas
económicas, recuperar la confianza y reafirmar los valores de México.
-Organizar a partir y a pesar de
la crisis.
-Promover la alianza popular,
nacional y democrática para la producción.
-Adecuar la política monetaria,
la crediticia, la de las utilidades, precios y salarios, la del endeudamiento externo
e interno; la cambiaria la de inversión y la del gasto público.
-Acudir al financiamiento
externo en la medida que se requieran los bienes de capital importados.
López Portillo prometió a los empresarios
la “Alianza para la producción” en donde el país entero se dedicaría a la
productividad, la buena organización y la austeridad fiscal, sin olvidar las
restricciones salariales, todo en nombre del servicio a la “Economía Nacional”.
Por tal motivo el presidente comenzó con la aplicación de la estabilización
económica impuesta por el F.M.I. a nuestro país para pagar las deudas externas;
durante el primer sexenio los precios de los productos crecieron 41.2%
absorbiendo el impacto de la devaluación del peso y el aumento salarial.
Las cosas cambiaron radicalmente, gracias
al descubrimiento de ricos yacimientos petroleros en el país en la segunda
mitad de la década de 1970, donde la producción aumento más del doble en su
producción y aumento su precio, esto hizo que México se hiciera un poco más
independiente en el aspecto económico. Y justamente cuando en el mercado
mundial ascendieron de manera espectacular los precios de los hidrocarburos. “Se iniciaba
entonces el espejismo de la riqueza del petróleo”.
En
1978 México pareció entrar en una inesperada época de abundancia de recursos
financieros, pues gracias al petróleo el gobierno contrató grandes préstamos
con el exterior. El gasto público aumento, con lo cual la inversión del estado
aumento también; se reafirmó la antigua política económica y se retomó el
activismo de manera internacional. Pero desafortunadamente el cambio repentino
en los mercados petroleros hizo descender el precio de los hidrocarburos y
aumentar las tasas de interés. Las consecuencias fueron pésimas, pues al final
de esta política equivocada e irresponsable, el déficit alcanzó el 15% del
P.I.B. Entre 1977 y 1978 el crecimiento
se incremento en una tasa promedio de 35% para llegar en 1980 a 16,900 millones
de dólares. Pero en 1981, debido básicamente a la fuga de capitales y la
política económica expansionista, el gobierno se vio obligado a aumentar el
saldo de la deuda en 19,418 millones, es decir, en un 56% en más de un año.
Informe del Presidente José López Portillo, el primero de Septiembre de 1982 donde anuncio la nacionalización de la banca mexicana. |
Para 1982 cuando Miguel de la Madrid llega a la presidencia; la crisis económica del pasado reapareció pero agudizada. En un intento por echar la responsabilidad de lo sucedido al sistema bancario, el presidente decreto su nacionalización bancaria el primero de Septiembre de 1982, aunque en realidad lo que sucedió fue que los bancos privados son los que proporcionan la fuga de capital hacia el extranjero y por ende la elevación del tipo de cambio, principalmente en moneda nacional (peso) con el dólar.
Durante el inicio del régimen de Miguel de la Madrid, la situación del país era compleja, por una parte, se encontraba la problemática económica, que dificultaba el desarrollo de las fuerzas productivas y, por otra, también se presentó una crisis política y social, porque una proporción de la opinión pública se hallaba en franca oposición al partido oficial, por lo que se presento la necesidad urgente de establecer una nueva estrategia gubernamental. Como la disminución del papel económico del Estado, privatización y desmantelamiento de la economía protegida para estimular el comercio y la inversión externa.
Con Miguel de la Madrid Hurtado se da un cambio radical revolucionario llamado "Modelo Neoliberal" |
Miguel de la Madrid propuso a la nación como lema de su administración la “Renovación Moral”; por primera vez la ética sería tomada como proyecto de gobierno.
Desde la perspectiva, la salida efectiva de la crisis requería un cambio radical revolucionario: la adopción de un nuevo modelo económico; había uno disponible, y era justamente ese que ya se había adoptado en las economías centrales: el de economía de mercado, privatización y globalización, también llamado “Modelo Neoliberal”.
El nuevo modelo se montó sobre las tendencias internacionales de la globalización del mercado y el desmantelamiento del llamado “Estado Benefactor”. De esta manera se cerró un capítulo de la historia mexicana que había buscado asentar el desarrollo económico y la independencia política en la creación de una industria nacional basada en el mercado interno y apoyada por un gasto e inversión pública sustantivos. Este capítulo concluyó, porque los recursos en divisas que requerían resultaron muy superiores a los que podía generar. Y concluyó en medio de una gran crisis y un descontento social que en 1988 produjeron una gran cantidad de votación para los partidos de oposición.
1. Presidentes populistas: Luis Echeverría y José López Portillo son denominados así porque, al vincularse con prácticas autoritarias, paternalistas y clientelistas, obstaculizan el desarrollo y consolidación de los sistemas democráticos del país, además de su “tendencia política dirigida a explotar los sentimientos de las masas para ganar el favor de éstas”.
2. Sector paraestatal: Son aquellas instituciones que coopera con el estado sin formar parte de la administración pública.
Fuentes
de consulta:
Gallo
T.M.A.; Historia de México Contemporáneo II, México, Ediciones Quinto Sol; p-p:
133-159.
Flores
Rangel. J.J.; Historia de México 2, México, Editorial Color S.A. de C.V.; p-p:
209-344.
Delgado
de Cantu. G.M.; Historia de México 2, México, Longman de México Editores S.A.
de C.V.; p-p: 377-450.
Vazquez
Z.J.; Historia de México, México, Santillana; p-p:254-265.
Mc
Gregor Garafe. J.; Historia de México, México, Mc Graw Hill; p-p: 222-226.
http://www.azc.uam.mx/publicaciones/gestion/num5/doc01.htm
; Consultada el 24 de Noviembre de 2011 a las 17:30 hrs.